Los teléfono móviles, Internet, redes sociales, videojuegos… nos facilitan la vida pero también podemos caer en la adicción a la tecnología, que ha sido incluida por primera vez desde 2018, en el Plan Nacional de Adicciones del Ministerio de Sanidad.
Aunque los adolescentes y jóvenes son el mayor grupo de riesgo, una gran parte de adultos dedican un tiempo abusivo a estar conectados, lo que hace que el peligro de caer en una adicción sea mayor.
La adicción a la tecnología se detecta cuando existe un uso excesivo y descontrolado del móvil, internet o redes sociales, videojuegos, afectando negativamente a otras áreas de la vida, tanto personal como profesional. Cuando una persona no puede utilizarlos se siente angustiada, tensa e indecisa.
Claves para reconocer
la adicción a la tecnología:
Poner como actividad prioritaria la utilización de dicha tecnología y, todo lo demás, como relaciones familiarios, amigos, trabajo, estudios… pasar a segundo lugar.
Aislamiento de familia y amigos, problemas en estudios y trabajo. La persona pasa gran parte del día pendiente de videojuegos, redes sociales, mensajes, encerrado en sí mismo y desconectando del exterior. El contacto personal queda reducido al mínimo.
El adicto hace un uso descontrolado del móvil, sin tener en cuenta el importe de la factura y lo usa sin medida, aún estando con amigos o familia, durante la comida, clases, baño…
Miente sin remordimiento por faltar al trabajo, no rendir en estudios, convirtiéndose en un esclavo de la tecnología, sin libertad para decidir sobre su vida, lo que le genera ansiedad y tendencia a la depresión.
La solución es la prevención, siendo de gran ayuda estar informados sobre los problemas que pueden generar el abuso de las nuevas tecnologías.
Unos consejos que pueden ayudarnos,
sobre todo en el uso del móvil son:
Realizar ejercicio físico, ya que hace que disminuya el ansia, el síndrome de abstinencia y otros síntomas negativos. La práctica de ejercicio físico reduce la probabilidad de desarrollar una adicción, así que nos vendrá muy bien como método preventivo.
Hacer un uso razonable, tratando de limitar su uso. Aunque es difícil, sobre todo porque el uso del móvil a nivel profesional es continuo, establecer unos horarios no estaría mal.
¡Hazte fan del modo avión! podemos intentar silenciarlo a partir de la tarde-noche para diferenciar el horario laboral del personal.
Nos vendría bien no contestar de forma inmediata y así educar a los demás para que respeten nuestro espacio y momentos.
Practicar otras actividades que nos gusten y nos permitan relacionarnos con otras personas, como deportes, juegos…
Meditación para recuperar la capacidad de estar atentos y reducir los niveles de ansiedad.
Por último, valorar de vez en cuando el no hacer nada, solo observar, pensar, respirar conscientemente, pasear…
El blog dePiesyManos tiene un carácter informativo. No pretende, ni puede ser considerado o sustituido por un diagnóstico médico. Consulte con su médico siempre cualquier consejo que desee tomar.
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