El amor mueve montañas, es una frase oída y seguramente vividas por todos. El amor, ese estado en el que todo es posible, en el que no cabe la enfermedad ni la duda.
Hablamos del amor en el más amplio sentido de la palabra, nos referimos a la máxima expresión del amor, no solo el amor enamorado y platónico. El amor como el más puro de los sentimientos nos lleva a una vida de salud y armonía biológica gracias a unas sustancias químicas que nos convierten en imparables y de ahí… podemos mover montañas.
Si hemos explicado bien el concepto entenderás que la enfermedad es una ausencia de amor. Un conflicto o situación vivida sin amor, por ende desde el miedo, deriva inevitablemente en enfermedad. Ya sea malestar, agudo o crónico si perdura en el tiempo.
¿Sería necesario enamorarse
para estar sano?
SÍ. Es necesario vivir enamorado, de la propia vida, del placer de existir, de los proyectos personales, de la familia, de tus aficiones, de tu carrera profesional… de lo que sea, pero el ser humano necesita vivir con pasión, compromiso, propósito e ilusión para no caer en la enfermedad. De modo que si te has desenamorado de tu proyecto de vida es hora de volver a enamorarse de otra cosa.
Este sentimiento de exaltación y felicidad viene producido por una orquesta química que marca el ritmo de las emociones: las hormonas. Estas hormonas conocidas como del amor o felicidad también se producen durante el contacto físico, en un masaje por ejemplo el cerebro de la persona que lo recibe genera las hormonas que vamos a describir a continuación aumentando el bienestar íntegro. Otros ejemplos que te aclararán las sensaciones… Imagínate comiendo tu chocolate favorito, o practicando sexo con la persona que amas y deseas… Es como una droga ¿no?. Si, es una droga natural que viene con nosotros. Te presentamos a las hormonas responsables de tanto placer:
Feniletilamina
El hipotálamo produce la Feniletilamina y esta hormona en conjunto con la dopamina y serotonina nos enamora hasta de nuestra propia sombra. El chocolate es uno de los alimentos que más nos ayudan a producir esta hormona, aunque el efecto de placer es breve y tras él suele venir una «culpa post-chocolatina»
Dopamina
Neurotransmisor directamente realcionado con el placer, se produce en grandes cantidades en situaciones como los juegos de azar, las drogas, pero también en el amor. Si nos «Dopamos» tenemos exceso de energía, nos sentimos eufóricos, con tanta energía podrás con cualquier proyecto.
Serotonina
La serotonina es la responsable de nuestro estado de bienestar, amabilidad, bueno humor y sociabilidad. Una persona depresiva o con tendencia a la depresión tiene muy bajos niveles de serotonina.
Las buenas noticias, los ambientes agradables aumentan los niveles de serotonina en sangre. Al contrario las malas noticias y los ambientes contaminados ayudan a que estemos más depresivos. Por ello siempre hemos aconsejado apagar la TV. Úsala solo cuando te apetezca ver algo que te aporte bienestar, olvídate de los telediarios y el periodismo barato, solo están contaminando tu cerebro y enfermando tu vida.
Oxitocina
Esta hormona se produce en grandes cantidades durante el orgasmo, también durante el contacto físico, caricias, abrazos… incluso si imaginamos con frecuencia una situación similar. Esta hormona se asocia a la creación de lazos afectivos, no necesariamente sexuales. La fórmula es sencilla, a más contacto más oxitocina, por lo que hay más confianza y creación de lazos sentimentales.
Por contra, fuera del masaje: La Noradrenalina
Hablar de Noradrenalina es hablar de euforia, todo lo contrario que conseguimos con el masaje. Esta euforia cerebral hace que nuestro corazón lata más rápido, suba la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Esta hormona también se segrega en períodos de estrés prolongados. El aumento de la circualción arterial conlleva a una reducción de la microcirculación y circulación periférica, es decir, afecta a la circulación de capilares que aportan sangre y nutrientes a la piel, pelo, ojos… por ello en períodos de estrés intensos solemos perder pelo, sufres problemas dermatológicos etc