Es muy importante en Pilates (y en la vida) ser consciente de nuestras limitaciones, de nuestro tope, de hasta dónde podemos llegar sin hacernos daño.
En clase siempre habrá una adaptación que pueda hacerte el profesor para que el ejercicio sea más cómodo, ya sea porque exista algún dolor o patología previa o ya sea porque el ejercicio te parezca demasiado intenso. Nunca forzamos.
Esto a veces se les olvida a los alumnos, ya que tendemos a querer hacer “lo que todo el mundo hace” sin pararme a sentir mi cuerpo (que no es el mismo que el de mi compañero/a) y que por ende no tiene las mismas limitaciones, la misma fuerza o el mismo control postural, aunque sea algo que iremos ganando poco a poco.
La clave para esto es NO JUZGARNOS, NO COMPARARNOS. Porque la realidad es que lo único importante es ir evolucionando poco a poco según tus limitaciones, que como he dicho antes seguramente sean muy diferentes a las del compañero/a.
Muchas veces repito en clase que yo, como profe, sólo puedo ver si estás haciendo correcta o incorrectamente el ejercicio, en cuanto a técnica y colocación del cuerpo, y en base a eso corrijo o pongo ayudas para realizarlo correctamente, pero lo que no puedo ver es tu dolor.
Puedes estar realizando bien el ejercicio pero estar sintiendo dolor. Esto NO DEBE PASAR porque siempre hay una mejor opción para ti, sólo tienes que consultárselo en ese mismo momento a tu profesor/a.
¡Disfruta en Youtube
de nuestros vídeos de Pilates Terapéutico!
Sentir qué dice tu cuerpo es el mejor ejercicio que puedes hacer en clase (y fuera de ella) por muchas razones:
- Evitamos lesionarnos
- Ayudamos al cuerpo a liberarse y no a tensarse aún más, cosa que ocurre cuando queremos ir más allá de lo que tu cuerpo puede.
- Nos conocemos más mediante esa auto-observación.
- Conectamos con el momento presente, cómo está mi cuerpo aquí y ahora.
- Podemos realizar el ejercicio sin olvidarnos de LA TÉCNICA. Algo muy importante, ya que como os comenté en el artículo anterior, el Pilates requiere mucha técnica, son muchos los detalles que debemos tener en cuenta mientras lo realizamos. Así pues, si estoy realizando el ejercicio forzando, con dolor o yendo más allá de mi límite, es muy difícil poder controlar la técnica porque lo más seguro es que el cuerpo esté tenso, incluso la respiración forzada.
El respeto al cuerpo es algo que deberíamos tener presente en cualquier tipo de deporte que realicemos y en la vida diaria. Si bien es cierto, es algo que se fomenta mucho más en ésta disciplina. Para ello recomiendo clases de grupos reducidos, ya que con grupos grandes es imposible que el monitor pueda estar pendiente de todo lo que hace cada alumno. Y por supuesto, si tienes alguna lesión, dolencia o patología, es imprescindible que realices Pilates Terapéutico con un fisioterapeuta cualificado, ya que además de ser profesor/a de pilates, le dará a las clases una visión terapéutica muy necesaria en éstos casos.
Así pues, resumiendo, te invito a SENTIRTE. A ser consciente de ti, del movimiento, del nivel de esfuerzo que estoy poniendo y de tu comodidad o incomodidad y según esto, buscar una opción más cómoda (pídeselo a tu profesor) o parar antes de que el profesor termine las repeticiones que propone.
Anímate a cuidarte con Pilates, con profesionales cualificados y grupos reducidos, donde puedan prestarte toda la atención necesaria en cada clase.
¡Feliz semana!
Cecilia N.
[…] PILATES: RESPETO AL CUERPO — […]